Logra más, procesando mejor 💪 con Maestría

Cuando no logras algo quizá no sea porque era difícil sino porque te auto-saboteaste. Hubo pensamientos que te impidieron conseguir eso que querías o que inhibieron tu acción sobre las situaciones que había que resolver. Todo el tiempo enfrentarás obstáculos, especialmente cuando vayas por algo grande, ¿cómo procesas los contratiempos?

No siempre tendrás todos los semáforos en verde, habrá condiciones que te detendrán, el problema es que muchos nos quedamos ahí y culpando las circunstancias abandonamos eso grande que queremos lograr. A tu cerebro no le gusta que te pongas en riesgo, por eso trata de inhibir cualquier proyecto que le plantees, por eso a veces te invita a que abandones, y no es porque sea un mal amigo, solo quiere protegerte, el problema es que si no dominas el diálogo con él, poco a poco te verás repitiendo patrones de comportamiento que quizá no sean los mejores para tu avance. Domina ese diálogo interno:

  • Supera esos juicios del todo o nada, pensando que si las cosas no salen como las esperabas no valen lo mismo; hay para quien la vida es blanco y negro, si algo no está bien está definitivamente mal. Evita generalizar y sobre dimensionar los eventos negativos a los que te enfrentes.

  • Elévate particularmente sobre el fracaso, considéralo un aprendizaje y no dejes que se convierta en tu identidad, el hecho de que no hayas obtenido lo que querías no cambia quién eres.

Para John Burke, en su libro El Problema es Usted (2014), si no lo controlas, ese diálogo interno tomará incluso tintes derrotistas, te restará voluntad para realizar cambios o te hará creer que el proyecto es más difícil de lo que es, te hará postergar o no seguir una agenda de cumplimiento.

Asume tu responsabilidad y comprométete con tus objetivos, Alguien con mentalidad de víctima no asume riesgos ni responsabilidad, busca atención y, lo peor, se siente bien como víctima, no caigas en eso. Los reveses y la decepción son parte de la vida, lidia con las situaciones inesperadas tan pronto surjan y hazlo con buena actitud y mucha creatividad, divide los problemas en partes pequeñas y enfócate a ellos hasta completarlos, tomando cada uno como si fuera un mini-proyecto, pero también adopta perspectivas distintas; evita el posible gusto por hacer las cosas de la forma difícil cuando podrían haber nuevas y mejores formas de lograr el mismo o un mayor resultado. Lo nuevo suele generar tensión, desequilibrio, va a doler, pero en tu posición directiva eres quien debe crear la realidad. No podrás cambiarlo todo pero podrás cambiar más de lo que crees. 



Cuando resuelvas un problema, otro surgirá, así es esto de emprender cosas valiosas, acéptalo, y aunque no las veas aún, no niegues la existencia de las restricciones ni su importancia, pero tampoco tu capacidad de ofrecer soluciones. El problema a veces es sólo una alta expectativa sobre el objetivo, modera el resultado y potencia la acción, nunca al revés.

Para Kazuo Inamori, fundador de Kyocera y autor del libro Negocios y espiritualidad (2009), debes multiplicar mentalidad, habilidad y determinación para tener éxito en tus iniciativas, la clave, como dice él, es que no se trata de una suma sino de una multiplicación, no es cosa fácil, pero ningún directivo o directiva  como tú esperaría que lo fuera.

Logra más procesando mejor, hazlo con Maestría.

 

Fe y oficio.

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