Propósitos en equipo:🎯3 estrategias para cumplirlos.
Cuando es tiempo de planear, la parte fácil es dibujar los objetivos, la no tan fácil es hacerlos realidad. Piensa en grande y luego crea mecanismos para asegurar que llegues ahí, especialmente yendo en equipo. Muchas discusiones en tu futuro comenzarán con la pregunta ¿por qué no cumpliste con tu compromiso? Alguien en algún momento, incluyéndote, violará una expectativa que se planteó hoy, aún las personas inteligentes hacemos cosas tontas de vez en cuando, ¿cómo alineas a tu equipo cuando falla o incumple?
Cuando planees, no te detengas en pensar que quizá no logres lo que proyectas, eso ya lo sabes, existe la posibilidad de fallar y de hecho es una posibilidad muy alta, más bien piensa qué debes hacer para acercarte al resultado y desarrolla estrategias para mantenerte en el camino cuando las cosas no salgan cómo esperas, esto es más o menos fácil cuando vas solo pero en equipo requieres de un poco más de esfuerzo.
Comienza planteando objetivos ambiciosos, recuerda que todos queremos pertenecer a algo grande, siempre hay costos a corto plazo y lo único que nos hace sobrellevarlos es que haya grandes beneficios en el largo, según Kerry Patterson, en su libro Crucial Accountability, (2013) efectividad es igual a precisión por compromiso, hay que saber hacer las cosas pero también creer en ellas, asi que proyecta grandes propósitos y asegura tres cosas:
Confirma que todos comprenden los propósitos: en términos de comunicación, el significado está en el receptor, no en el emisor, importa lo que la gente entiende no lo que tú le dices; aclara todo, repite mucho y pregunta más para confirmar que no haya dudas, pide que verbalicen sus compromisos y parafraséalos tú, esta simple actividad servirá para demostrar que escuchas a tu gente pero también para confirmar que todos están en la misma página.
Da seguimiento: revisa el avance y cuando notes una brecha entre lo esperado y lo que se está cumpliendo, actúa pronto y descubre con tu gente qué está imposibilitando el logro, algo la está atorando y debes saber qué es, no des por sentado que el incumplimiento es derivado de un problema de actitud o personalidad, indaga qué está obstaculizando los avances, podría ser simplemente una mala definición de prioridades o una mala comunicación, podría ser un asunto estructural como falta de recursos o herramientas o podrías incluso tú mismo, podrías estar haciendo un mal uso de tu autoridad o no dando retroalimentación honesta o a tiempo. Muy importante, mantente cerca pero no tanto, deja claro lo que hay que hacer y luego hazte a un lado, parte de lo que mueve a tu equipo es tener cierto tramo de decisión y poder sobre lo que realiza, dale esa confianza.
No supongas: cuando aparezcan las faltas, errores o desviaciones no hagas conclusiones anticipadas, con una sincera apertura, analiza qué sucedió con la gente involucrada, no te cuentes historias sobre por qué alguien no logró lo que debía, reúne hechos y luego, frente a la persona, plantea la brecha entre lo propuesto y lo logrado y diagnostica con ella lo que impidió el avance, no anticipes ni pretendas leer la mente, es un juego insultante, no es tan buena tu bola de cristal, en vez de suponer mejor haz una lluvia de preguntas para que emerja el problema real y luego organiza una lluvia de ideas para diseñar la solución.
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Sé un(a) facilitador(a) de tu equipo, resuelve todo lo que lo obstaculice, simplifica lo complejo y anula lo nocivo, elimina toda fricción en camino a los resultados esperados. Haz grandes planes y apégate a ellos pero sé flexible, habrá obstáculos que te exigirán modificar tus estrategias o el propio plan, habla y actúa pronto, Nietzsche decía que lo que no nos mata nos hace más fuertes, no pasa así cuando se trata de compromisos compartidos.
El tuyo será un encuentro rutinario con expectativas no cumplidas, aprende a manejarlas, positivamente, hazlo con Maestría.
Fe y oficio.
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