¿Y si para tener un gran negocio el tamaño no importa? 😉

Imagina que tu negocio abre solo seis meses en el año y solo unas pocas horas por la noche, imagina que atiendes solo ocho mil personas por año entre dos millones que quieren trabajar contigo, ¿qué tanto futuro puedes tener así?

Master Hacks IMAN

En 2011 El Bulli cerró en España, un restaurante que obtuvo tres estrellas Michelin y fue nombrado como el mejor del mundo cinco veces aún y cuando estaba situado en la provincia de Girona, ni siquiera en una ciudad cosmopolita como Barcelona que quedaba a dos horas; era un negocio que abría sólo seis meses en el año y solo de 7:45 a 11:30 de la noche, tenía solo 15 mesas y atendía solo 50 entre más de 11 mil comensales que pedían estar ahí; aunque el menú costaba 215 euros por persona, el chef Ferrán Adriá y su socio, dueños de El Bulli, hubieran podido hacer más dinero, hubieran podido replicar El Bulli en varias ciudades grandes, ampliar sus capacidades de servicio, pero quizá todo eso hubiera resentido la experiencia que los llevó a destacar a nivel mundial.

Cuando haces un negocio los números deben hacer sentido, pero el valor que propones debe hacerlo más, no debería importarte el tamaño sino la influencia, el enfoque a la experiencia del cliente debería ser tu prioridad, lo cual ocupa de estrategia pero especialmente, como lo demuestra Ferran, mucha creatividad.

Ferrán tuvo siempre mucha apertura a los estímulos fuera de su cabeza, quizá el sello de los grandes creativos, se dejó influir por chefs como Jacques Maximin que decía que creatividad es no copiar y comenzó a ver la cocina como un proceso creativo, incluso artístico, visitó Japón y al descubrir la cocina Kaiseki y el ritual y la fina secuencia de platillos en que consiste Ferran descartó su carta y creó más bien una secuencia de 28 a 35 cocteles, snacks, tapas y postres cuya creación desde luego era un reto pero lo era más porque se le ocurrió que debía renovarse cada año.

Ser creativo no es algo que se dé porque sí, se ocupa una base mínima de conocimientos, ciertas experiencias, sensibilidad sobre un tema y, sobre todo, muchas horas de trabajo que fluyan en torno a un proceso organizado de forma que pueda repetirse una y otra vez, el proceso que seguía Ferrán como lo dice en su libro Cómo funciona El Bulli y que podría servirte en tu propio negocio consiste en algunos pasos clave:

  • Concibe una idea inicial de lo que quieras desarrollar.

  • Dale forma siguiendo algún método creativo, inspirándote con observación, viendo lo que hace tu competencia u otras industrias, mezclando recursos o de-construyéndolos, quizá el sello de El Bulli, ellos descomponían molecularmente un ingrediente y luego lo re-componían en una forma que terminaba por engañar los sentidos del comensal.

  • Prueba tus intuiciones creativas y documenta los resultados; asegúrate de usar tu paladar mental, aplica tu experiencia, se espera que hagas algo que a tus clientes les guste pero es importante lo que tengas que decir tú.

  • Modela un prototipo y luego ponlo frente al cliente y observa, en El Bulli ese prototipo se servía en el restaurante y todo el equipo creativo recogía las reacciones de los comensales. 

  • Haz retoques sobre la marcha para potenciar tu solución, hacerla más fácil de usar, que tenga menos contrastes o una mejor presentación.

  • Finalmente, añade la solución a tu catálogo y en la siguiente temporada repite el proceso.



Ferrán y su equipo abrían en Abril y cerraban a finales de Septiembre, entonces evaluaban la temporada y de Octubre a Marzo se concentraban en su taller para probar nuevos platillos y técnicas, encontrar proveedores, asistir a cursos, ferias, museos e incluso ferreterías para descubrir nuevos instrumentos, en Abril regresaban al restaurante y ahí durante el día y hasta la hora del servicio seguían perfeccionando los platillos. ¿Cómo innovas tú y cuánto tiempo le dedicas? los hábitos y las expectativas de los clientes cambian todo el tiempo, ¿cómo mantienes vigente tu propuesta de valor para ellos?

Dicen que el éxito de la noche a la mañana a veces toma años, lo que sí es que ocupa mucho esfuerzo y mucha creatividad, lo que sea que tengas en mente hazlo con dedicación y paciencia, y hazlo nuevo otra vez; en El Bulli, tras el desarrollo de cada platillo siempre hubo un meticuloso proceso de ensayo y error hasta conseguir algo que impactara al cliente, Ferrán lo logró por mucho tiempo, a él le importó siempre la cena, pero más que le dijeran que la comida estaba buena él prefería saber que los comensales la habían pasado bien. (144) Ferran fue reconocido igualmente como el mejor chef del mundo y la revista Time lo ubicó en 2004 como una de las cien personas más influyentes del planeta, quizá el tema no sea el tamaño, quizá sea la influencia, potencia la tuya, con creatividad y esfuerzo, con Maestría.

 

Fe y oficio.

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