Accountability es un concepto al inglés que al español significa una mezcla entre responsabilidad y rendición de cuentas, básicamente es entregar el valor que se prometió. Lo cierto es que no todos somos accountables o no todo el tiempo, a veces hacemos flexibles nuestros compromisos y pensamos que lo que prometimos era opcional porque tal vez lograrlo resultó más difícil de lo que pensamos o algún imponderable se atravesó, y entonces esperamos que la otra parte entienda el porqué no pudimos entregar, pero eso no está bien y no debería ser tu forma de operar.

Sé alguien confiable, todo el tiempo, interésate porque los demás confíen en ti, que sepan que pueden contar contigo, podrías decir que no necesitas de ellos pero nadie logra nada estando solo, nos necesitamos, para empezar, todos tus cheques vienen de alguien más.

Haz que tus palabras igualen a tus acciones todo el tiempo y no dejes piedra sin mover para entregar lo que prometiste, en todo caso, si tuviste problemas en el camino, reporta a tiempo y re-negocia la meta, pero si dijiste que se haría, cúmplelo; no importa lo buena que sea tu facilidad de hablar, si al final no entregas, no ganarás confianza, y en el largo plazo no ganarás en general.

La integridad es un concepto clave en esto, esa a veces rara cualidad de mantenernos consistentes en nuestro actuar independientemente de las circunstancias es algo muy valioso en el incierto entorno actual, si tu traes algo de certidumbre a la mesa harás mucho bien, a los demás y a ti mismo.

No alteres tus compromisos por situaciones de corto plazo, atiende igual de bien los asuntos grandes que los pequeños, sé igual de profesional ante tus jefes que antes tus compañeros, haz lo correcto en todo momento.

El consultor y autor John Maxwell, en su libro Relaciones 101, sugiere te preguntes si tratas bien a las personas aún y cuando no tienes nada que ganar con ellas, si haces lo correcto aún cuando pudiera costarte en lo personal, si admites tus errores sin que te presionen para hacerlo, si hablas cuando debes y si rindes cuentas a al menos alguien más sobre tus palabras y acciones.

Cumple tus compromisos, asume una filosofía y ética de trabajo que te guíe todo el tiempo, especialmente en los reveses que siempre enfrentarás, y no esperes una recompensa por todo ello pues lo más probable es que obtengas lo contrario.

Como dice Maxwell en sus mandamientos paradójicos del liderazgo: si haces el bien, la gente te acusará de tener motivos egoístas, haz el bien de todas formas; el bien que hagas quizá quede en el olvido mañana, haz el bien de todas formas; el bien que pasaste años construyendo puede ser destruido en una noche, haz el bien de todas formas; y, aún haciendo el bien el mundo quizá te golpee en la cara, haz el bien de todas formas… haz lo que debes hacer, en especial lo que te comprometiste a hacer.



Abraham Lincoln es hoy uno de los líderes más queridos en Estados Unidos, pero en su momento se le trató mal, se le difamó, la prensa le decía abogado rural de cuarta o mandril grotesco, en toda posición de liderazgo siempre habrá quien que no esté contento contigo, haz el bien de todas formas.

Lincoln decía: cuando entregue mi administración, quiero que me quede un amigo, y ese amigo está dentro de mí mismo; hónrate, hazlo honrando tus compromisos, hazlo con Maestría.

Fe y oficio.

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