Finge hasta que lo consigas 😉 ¿por qué creértela es clave?
Tu rendimiento y resultados tienen que ver desde luego con tus capacidades y habilidades, pero sobre todo con tu comportamiento, el cual se modela a partir de tus pensamientos. ¿Qué tienes en la cabeza?
Mohamed Alí se calificaba a sí mismo como el mejor boxeador del mundo antes de ser declarado como tal, es la repetición de una afirmación lo que te conduce a creerla, y cuando esa creencia se convierte en una convicción, empiezan a suceder cosas. La historia que te cuentas sobre tu vida se convierte en la historia de tu vida.
El experto en la psicología del juicio y la economía del comportamiento Daniel Kahneman, confirma que “un mensaje, a no ser que sea inmediatamente rechazado como una mentira, se asimilará en tu sistema de asociaciones sin tener en cuenta si corresponde o no a la realidad”. Robert Merton llamó a esto profecía auto-cumplida, lo que dices que pasará, lo que dices que serás, de alguna forma se materializa. Tus ideas y tu narrativa personal dan estructura y marco a tus comportamientos, asegura que sean los correctos para ti.
El lenguaje que utilizamos se integra en nosotros y se convierte en acción. En 1996, John Bargh, psicólogo de la Universidad de Nueva York, demostró lo que se conoce ahora como el efecto ideomotor: una respuesta refleja que convierte en acciones tus pensamientos. Visualízate como el mejor del mundo y actúa como el mejor del mundo, trabaja para que la profecía se haga realidad, no importa si aún no es verdad, ni siquiera si es razonable o posible, lo único que importa es que tengas en mente lo que quieres y trabajes diligentemente para conseguirlo.
Cuatro ideas expansivas para aterrizar tu visualización y tu narrativa:
Entrena: dibuja escenarios y prepárate para lo que viene. En el siglo XVIII, los hombres y caballos bajo el mando de Alexander Suvorov, general ruso reconocido en la historia por nunca haber perdido una batalla, resultaban heridos cuando entrenaban, algunos incluso morían, para él era mejor perder a unos cuantos en el entrenamiento que perderlos en la batalla. Su método era extremo, pero funcionaba. Prepárate, anticipa, y haz más de lo que debes; a Brad Thorn, uno de los mejores jugadores de rugby de todos los tiempos, su padre le decía siempre añade alguna cosa más al final de tu rutina, los campeones hacen más. ¿Qué es eso extra que te puede volver extraordinario? Ve a casa por la noche, analiza tu rendimiento y entrena para mañana, el auto-perfeccionamiento diario es una potente herramienta para el progreso.
Acumula pequeños logros: no esperes completar tu gran visión en un solo día, ve acumulando pequeñas ganancias. Las carreras de atletismo se ganan por una fracción de segundo, en la Fórmula Uno las escuderías se desviven por ganar décimas de segundo en cada vuelta, el futbol americano es, a decir de los expertos, un juego de pulgadas, los campeonatos de basketball se deciden por un punto, para John Wooden, considerado el mejor entrenador de baloncesto colegial estadounidense de la historia, “esa fracción de segundo o ese punto es el resultado de muchos detalles llevados a cabo durante todo el juego”; enfoca las mejoras marginales y modela tu ventaja poco a poco.
Cuida los detalles: Wooden enseñaba a sus jugadores a ponerse los calcetines, les decía “comprueben la zona del talón, no quiero ni la más mínima arruga, una arruga les formará una ampolla y esa ampolla les hará perder tiempo de juego”. Para Mohamed Alí: “no es la montaña adelante la que te agota sino la piedra en tu zapato”; cuida esos puntos críticos que parecen no esenciales: llegar a tiempo, completar esa llamada, vestir adecuadamente, un lugar de trabajo limpio e inspirador, cada pequeña cosa cuenta.
Muy importante, mantente atento para cambiar el juego: mejora siempre, especialmente cuando eres el mejor; tu carrera está sujeta, como la de cualquiera, a procesos cíclicos, según Charles Handy en su libro La edad de la paradoja, este ciclo tiene tres fases: aprendizaje, tendrás caídas en tu rendimiento ante nuevos desafíos, es normal, siempre habrá cosas nuevas que aún no sabrás resolver; crecimiento: se da cuando integras el aprendizaje que te faltaba y avanzas; y declive: cuando estás en la cima del juego invariablemente comenzarás a caer, o los demás avanzarán, la clave para romper el ciclo es generar uno nuevo: cuando estés arriba, cambia el juego. Esto es contra-intuitivo porque ¿quién en su sano juicio querría moverle a la fórmula cuando está en su máximo? el truco es intuir que el ciclo se completará, decidir saltar, y saltar, crea una nueva curva de crecimiento antes del declive de la anterior. El célebre entrenador de soccer José Mourinho dice que “si estás preparado para lo peor, estás preparado”; su papá era entrenador también y decidió quedarse en su club aún y cuando recibió una gran oferta para irse a otro, poco tiempo después fue despedido, “tenía un gran corazón” dijo Mourinho con sarcasmo en un documental; su sugerencia es movernos cuando estemos en la cima, él se fue a dirigir el Real Madrid la misma noche en que ganó la Champions con el Milán. ¿Qué opinas?
Si insistes en ser el mejor eventualmente lo conseguirás. Visualízate, prepárate, acumula logros, cuida los detalles y mantente atento para cambiar el juego.
Diseña tus pensamientos y materialízalos. Hay alguien en quien te conviene convertirte, inicia el ciclo ya. Diseña un juego importante, uno expansivo.
Crece con Maestría.
Fe y oficio.
Comparte 👍 y suscríbete.