Cumple, no te hagas rosca 😉Aduéñate de tus resultados.

Cuando hablamos de compromiso normalmente usamos la historia del cerdo y la gallina, ya sabes, ambos ponen de su parte para que desayunes huevos con jamón, pero la gallina no está tan comprometida como el cerdo, ella pone los huevos pero sigue completa mientras el cerdo cede una parte de sí mismo para que tú comas a gusto; una cosa es involucrarte en algo, otra muy diferente es comprometerte.

Tu equipo, tus relaciones, tu vida necesita que cumplas con lo que dijiste que ibas a hacer ¿qué tan bien lo haces?

No cumplir es un crimen que sí tiene víctimas.

Cuando se trata de lograr algo, sobre todo algo que te comprometiste a hacer, establece dos cosas: prioriza y aduéñate del resultado, la primera tiene que ver con determinar lo importante que hay que lograr y la segunda refiere el compromiso genuino de hacer que eso suceda, trabaja en ambas:

  • Prioriza tu deber: no todo es igual de importante, determina lo que debe hacerse y descarta lo que no; es claro que debes reconocer la situación presente, habrá que atender bomberazos de vez en cuando pero no puedes confundir las prioridades con un dolor tuyo o una queja de un cliente que atrae tu atención solo porque no se atendió a tiempo o porque apareció de pronto, aclara todo el tiempo lo que es relevante por encima de distracciones que siempre estarán ahí. Ken Blanchard, en su libro Mánager de último minuto (2017:35) sugiere que pienses en cuatro categorías de tareas: lo que debes y quieres hacer, lo que debes pero no quieres hacer, lo que quieres pero no debes hacer y lo que ni quieres ni debes hacer, prioriza todo lo que esté en los primeros dos cuadrantes obviamente, lo que debes cumplir, lo disfrutes o no (y si no lo disfrutas, delégalo o pide ayuda); lo que te guste pero no debas hacer trata de evitarlo, comer pastel de más por ejemplo, o bien hacerlo después de cubrir los primeros cuadrantes valorando desde luego el riesgo; lo del último cuadrante ni siquiera lo tomes en cuenta, no dediques un solo minuto a pensar en algo que ni te gusta ni debes hacer, solo considera que en este cuadrante suelen clasificarse las distracciones y los bomberazos.

  • Aduéñate del resultado: para John Willink, oficial retirado de los Navy Seals y autor de Extreme Ownership (2017:32) el atributo constante en los grandes líderes es asumir la propiedad extrema no sólo de lo que son responsables sino de todo lo que impacta en su misión, es decir, no es hacer tareas sino apropiarse del resultado, resolviendo todo lo que te separa de él. El apropiamiento extremo de Willink tiene que ver con resolver todo obstáculo en camino al logro de algo comprometido. A veces hacemos tareas sin entender por qué, comienza el apropiamiento desde ahí, asegúrate de comprender el porqué de lo que haces, a dónde te lleva, qué impacto tiene, y cuando estés convencido entonces dedica todo tu empeño, y si por alguna razón el porqué no te hace clic, dilo, sigue habiendo gente diciendo no me lo explicaron o no me lo enseñaron, pero tampoco preguntaron ni hicieron nada para aprender, piensa en voz alta, no des por sentado que los clientes o el jefe saben lo que piden, como decía Napoleón que todo general que se compromete a ejecutar un plan que sabe que es malo, es culpable; aclara lo que debes lograr y aduéñate genuinamente de su ejecución.

Siempre pregúntate por qué debes o quieres hacer algo, como dice Blanchard (2017:114) puedes estar interesado en muchas cosas, pero tu compromiso debe reservarse sólo para tus prioridades donde un significa sí a pesar de todo, aduéñate de lo que te toca hacer, pon todo tu empeño en lo que te has determinado a lograr, hay gente alrededor tuyo dependiendo de que lo hagas, pon la piel en el juego como dicen los inversionistas y no solo los huevos como en la historia de la gallina y el cerdo, haz tu trabajo, completo y ten mente el bien mayor, lo cual significa preocuparte no solo por ti mismo sino también y por los demás. 

Sé alguien que entregue valor y que por lo tanto se considere confiable, cumple, hazlo con Maestría.

 

Fe y oficio.

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