Ante la crisis, la persona de carácter recurre a sí misma.

Charles de Gaulle

Vivimos tiempos difíciles, fortalece tu mente y sal adelante.

William McRaven, almirante condecorado de los Estados Unidos, compartió diez lecciones que aprendió en su entrenamiento SEAL[1] a los graduados de 2014 de la Universidad de Texas; ese entrenamiento es seguramente de los más extremos del mundo, y es así para identificar a los comandos más resistentes que, según McRaven, “puedan liderar en un ambiente de estrés constante, caos, fracaso y sufrimiento”; suena a un entrenamiento adecuado para quien quiera tener éxito en el entorno profesional actual.

Vivimos momentos que retan a nuestro espíritu y nos hacen dudar de nuestro futuro, y es en estos momentos, como asegura McRaven en su libro Tiende tu Cama (2017): “cuando hay que permanecer en calma, guardar la compostura y poner en práctica todas nuestras habilidades, poderío físico y fortaleza interna”.

Piensa en dos ideas al respecto:

Como dice McRaven “la vida no es justa y mientras más rápido lo averigües, mejor te irá”. Una parte del entrenamiento SEAL es lo que llaman la galleta azucarada, se trata de pasar el día entero con el uniforme puesto, frío, mojado y rebozado de arena. Para McRaven, quienes claudicaron “no comprendieron el propósito del ejercicio: entender que jamás tendrás el uniforme perfecto, que a veces, sin importar lo mucho que te prepares o lo bien que te desempeñes, terminarás como una galleta azucarada”, raspado, afectado, incompleto, así es la vida y nos definimos como personas a partir de la forma en que lidiamos con todo ello, como dice el almirante: “es fácil responsabilizar a una fuerza externa por lo que te toca en la vida y dejar de esforzarte porque crees que el destino está en tu contra; es fácil pensar que el sitio donde creciste, la manera en que te trataron tus padres o la escuela a la que asististe son todo lo que determina tu futuro”, pero no es así, tú tienes la última palabra.
No te rindas: otra parte del entrenamiento SEAL es lo que llaman la semana del infierno; en ella todos los cadetes, con el lodo hasta el cuello, mantienen su posición mientras llegan al extremo de su resistencia física y mental y bajo la presión de sus comandantes para renunciar, con solo salir y tocar una campana como señal de renuncia cualquiera podría acabar con su sufrimiento y obtener café caliente y un fuego reconfortante; es tentador hacerlo, pero a decir de McRaven: “rendirse jamás facilita nada; si te rindes, te arrepentirás de ello el resto de tu vida” y resalta “si llenas tus días de autocompasión por como la suerte te ha tratado y responsabilizas de tu condición a algo o a alguien más, tu vida será larga y difícil; si, por el contrario, te mantienes fuerte contra la adversidad, la vida se convertirá en lo que tú decidas”.

La determinación y la tenacidad siempre superan y por mucho al talento. Mantente firme. Seguimos atravesando la adversidad, estamos cansados, pero debemos seguir y aprender para llegar fortalecidos a la siguiente etapa de nuestras vidas. Como decía el jugador de baloncesto Jerry West: “no puedes hacer mucho en la vida si solo trabajas en los días en que te sientes bien". No esperes a que las cosas mejoren, tú haz que mejoren, hoy.

Las oportunidades suelen nacer de los problemas, y hoy estamos rodeados de ellos, elige uno que puedas resolver como nadie más, mejorarás al mundo y de paso mejorarás tú.

Hay una célebre parábola africana que nosotros hemos tatuado en una de las paredes de nuestro Campus:

“Cada mañana una gacela despierta, ella sabe que debe correr más rápido que el león más rápido o morirá devorada; cada mañana un león despierta, él sabe que debe correr más rápido que la la gacela más lenta o morirá de hambre; hoy, no importa si eres un león o una gacela, cuando salga el sol, será mejor que estés corriendo”.

Si piensas en límites, los creas.

Expande tu mente.

[1] El grupo militar de élite para operar en Mar, Aire y Tierra de la Marina de los Estados Unidos.