Crece con Maestría

View Original

En tiempo de crisis: revisa tu propósito y tu estrategia. 🎯

“No podemos convertirnos en lo que debemos si continuamos siendo como somos”. Max De Pree, Presidente de Herman Miller. 

Una crisis si algo tiene bueno es que nos hace reaccionar, hace fácil tomar decisiones, incluso difíciles, nos exige actuar rápido, si lo hacemos, tendremos más posibilidades no solo de sostenernos sino de avanzar e incluso de crecer.

Encuentra oportunidades, todo gran producto o servicio lo es porque resuelve grandes problemas,  y actualmente tenemos muchos de estos últimos alrededor.

La historia económica y social de la humanidad ha demostrado una y otra vez que el crecimiento suele detonarse en momentos de ajustes drásticos, como los actuales, ¿cómo los estás aprovechando?

En tiempos complejos hay que hacer dos cosas:

  • La primera: revisar el propósito. ¿Por qué haces lo que haces? La labor elemental de un líder es definir la realidad, ¿cómo has definido la tuya? ¿qué haces hoy, qué harás en lo sucesivo y por qué eso es importante? Enfócate en lo que te permita crear valor y deja de poner tus recursos, especialmente tu tiempo y atención, en lo que no, no trabajes contra ti mismo, trabaja solo para generar consecuencias favorables en ti y en tus clientes. Cynthia Montgomery, en su libro El Estratega, plantea cuatro preguntas para acotar tu propósito (2012:177): ¿qué aportas al mundo? ¿esa diferencia importa? ¿algo en ella es difícil de imitar? ¿haces hoy lo necesario para que mañana se mantenga relevante? Genera valor pero no pierdas significado, diseña y declara tu propósito, hazlo de forma afirmativa, evita lugares comunes como decir seré el mejor, sé específico y pregúntate: ¿dedicaría todos mis recursos a su logro? ¿me entusiasma? ¿querría trabajar en él con total dedicación? como dice Montgomery (2012:137) “las palabras no suelen ser el problema, el reto está en las ideas que van detrás de esas palabras”; no pulas las palabras, pule tus acciones; Steve Jobs y Steve Wozniak no comenzaron Apple con una declaración de su propósito, en 1977 sus ambiciones eran modestas y luchaban por encontrar clientes, fue cuando despegó la empresa que apareció una declaración de propósito, en su reporte anual de 1980 declararon que se dedicarían a llevar la tecnología a las personas, pero no cualquier tecnología, querían que fuera especial, única, o como decía Jobs: insanamente buena. Revisa o establece tu propósito y encamínate a crear algo insanamente bueno.

  • La segunda: revisar la estrategia. ¿Qué agenda sigues? ¿qué secuencia de pasos mantienes para lograr tu propósito? ¿cómo mides los resultados hasta ahora? Una estrategia no es un producto terminado, la trazas pero no la grabas en piedra porque siempre aparecerán nuevas condiciones y entonces, como sugiere Montgomery (2012-36) “deberás preguntarte si son oportunidades para que entres a competir con las capacidades adecuadas o si son banderas rojas que advierten que debes guardar distancia”. Es muy humano que cuando la realidad no corresponde a nuestras expectativas adoptamos una actitud defensiva tratando de proteger nuestras ideas y apuestas originales en vez de afrontar la nueva realidad, toda estrategia debe anticipar cambios, ajusta la tuya y alinea los recursos y las acciones y sal a ejecutar rápido otra vez. Es buen momento de echar un vistazo a Porter, es un clásico, te servirá para crear un marco de ejecución que integre información de tu competencia, de tus proveedores, de barreras y restricciones, no creas ni por un segundo que tienes todo bajo control ni creas que esta será la última crisis que atravesarás, siempre habrá fuerzas externas que condicionarán tu avance, tu tarea es comprenderlas fuerzas y, como dice Montgomery (2012:59) tu estrategia consistirá en saber cómo responder a ellas. Como muchas cosas relativas a la dinámica empresarial, la estrategia nació en el ámbito de la guerra, entonces se trazaba para vencer a la competencia pero ese no es el caso en el mundo empresarial actual, la estrategia debe enfocarse en satisfacer necesidades y ofrecer haciendo algo único que hagamos muy bien.

Crea valor, con sentido y con mucha inteligencia. Y una cosa importante, por favor no reduzcas tu estrategia a vender más barato, eso es un lugar común que lo único que logrará es que todos en tu industria peleen por precio y luego ganen cada vez menos, recuerda, la gente no compra por precio, compra por valor. Los negocios que venden productos caros, como BMW o Disney, buscan proveer algo inusualmente bueno (…) aceptando, a decir de Montgomery (2012:81) costos más altos que sean compensados por el incremento de voluntad de pago del cliente. Ese puede ser tu enfoque, si tienes algo bueno qué ofrecer podrías cobrar más por el valor añadido para tus clientes: si haces algo para que les vaya mejor a ellos, te irá mejor a ti.

Revisa tu propósito y tu estrategia, y encuentra formas de conseguir lo que quieres de forma cada vez más eficiente. Optimiza en todo, menos en las ideas.

Crea algo que importe, es difícil cambiar al mundo con una gran idea que a nadie sirve ni nadie compra.

Hazlo con Maestría.

Fe y oficio.

Comparte 👍 y suscríbete.