Al planear, hazte una pregunta siempre ¿qué estás dejando de ver?

Es una pregunta extraña porque no puedes pensar en algo que en principio no está en tu mente, como bien decía el economista y escritor Thomas Schelling, por muy riguroso que sea nuestro análisis o por muy heroica nuestra imaginación, no podemos hacer una lista de cosas que nunca nos pasarían por la cabeza; pero debemos suponerlas si queremos decidir sobre el futuro, hazle creer a tu mente que existen otras opciones en alguna parte y solo debes ir a traerlas.

El concepto de elección racional de la economía clásica sugiere que solo hay que sopesar los beneficios y costos de cada resultado potencial para tomar una mejor decisión, pero eso, como dice Steve Johnson en su libro visión de futuro (2020), exigiría el conocimiento de todas las alternativas posibles y de todas las consecuencias que se derivarían de cada alternativa, lo cual es imposible, siempre habrá incertidumbre y aunque no la podrás eliminar sí la puedes reducir, la mejor forma es dibujando escenarios.

Los meteorólogos crean lo que ellos llaman conos de incertidumbre cuando quieren adivinar la ruta más probable de un huracán, proyectan el desplazamiento que consideran más probable y luego trazan un cono o abanico de otras rutas posibles, haz lo mismo, no inicies nada con un solo resultado proyectado.

Crea al menos un escenario moderado en el que todo salga apenas como esperas, otro en el que salga mucho mejor y otro en el que las cosas salgan mal, piensa incluso en lo que Gary Klein, psicólogo pionero en el campo de la toma de decisiones, bautizó como análisis pre-mortem: imagina que tu proyecto ya se llevó cabo y fracasó, y ahora explica por qué, eso te ayudará a anticipar desviaciones y actuar en consecuencia, no es pensar negativo, es pensar de forma deliberativa para anticipar riesgos y arreglar las cosas antes de que se rompan, y muchas lo harán.

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Para Johnson (2020), debes crear un mapa que considere todas las variables posibles y prediga todas las trayectorias de tales variables, sopesando diversos resultados y contrastándolos con tus objetivos, así podrás decidir mejor. No has estado en el futuro y no sabrás cómo será, pero ensayando más de un camino podrás lograr algo parecido a lo que buscas.

Al planear pretendemos que se congelen las situaciones en el tiempo tal y como las proyectamos, pero así no pasa; crea opciones, haz tu mejor apuesta, minimiza tu arrogancia y planea con Maestría.

Fe y oficio.

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