Para Grant Cardone, en su libro La regla de oro de los negocios (2016), lograr lo que te propongas no tiene que ver tanto con tu nivel de educación o talento, con tu personalidad o relaciones, menos con el dinero o la suerte y ni siquiera con el hecho de estar en el lugar y momento correcto, depende sobre todo de imprimir en tus proyectos diez veces más actividad de lo que deberías, para él, la mayoría de la gente fracasamos en nuestros objetivos porque subestimamos la cantidad de acción necesaria para lograrlos.

Traza metas ambiciosas, tu vida lo merece, luego define las acciones que creas que te llevarán ahí, prioriza las que creas que te harán avanzar más y disponte a trabajar diligentemente dando más de lo que esperas, hazlo especialmente por dos razones:

• La primera es que cuando vas por algo que no has logrado antes, por definición es algo que está fuera de tus dominios, así que deberás aprender algunas cosas y a ejecutar otras con las que no te habías encontrado, por lo que padecerás el natural estrés de no tener mucha idea de lo que estás haciendo en varios tramos del camino, pero enfrentar problemas nuevos es una clara señal de que has dejado tu lugar de siempre, y eso significa crecimiento, y es bueno;

• por otro lado, enfrentarás obstáculos que no podrás anticipar, todo proyecto, por más planificado que esté, exigirá más recursos de lo que se espera, prevé lo que puedas y crea acciones de contingencia para aumentar las probabilidades de no quedar atascado/a, y ármate de una buena actitud para dar ese extra que requerirá seguir adelante; lo cierto es que el camino a conseguir lo que uno quiere no es ni de cerca lo emocionante que fue planearlo, siempre habrá condiciones nuevas e inesperadas pero con calidad y cantidad de acción saldrás adelante, como decía Churchill el éxito consiste en ir de tropiezo en tropiezo sin perder el entusiasmo.

Para Cardone (2016), hay cuatro tipos de acción al encarar los proyectos, no hacer nada, que para él es también un tipo de acción pues quienes optan por ella suelen invertir tiempo y energía en justificar su situación; retraerse, cuando renunciamos a seguir adelante con nuestras ideas solo porque queremos evitar el rechazo o el fracaso; acción normal, la que predomina por ser lo aceptable pero que no está a la altura de ese empuje muy humano que afortunadamente seguimos viendo en los niños cuando quieren conquistar algo; y la acción masiva, la que ocupas para lograr eso especial que deseas para tu futuro.

👉 Lee también: ¿Cómo obtener financiamiento para un nuevo negocio? 🤩 comienza aquí.

Piensa en grande y actúa con calidad y cantidad y, a menos que el propio camino te indique otra ruta, no abandones, solemos tener mucha iniciativa pero poca acabativa; que no te pase, ve por lo que te corresponde y, si debes elegir, elige persistencia sobre talento en cualquier momento.

Tus decisiones y acciones son responsables del lugar que ocupas hoy y del que ocuparás mañana, tómalas con determinación, y con Maestría.

Fe y oficio.

Comparte 👍 y suscríbete.