En tiempos tan cambiantes como los actuales a los negocios nos conviene hacer constantemente una evaluación de nuestras capacidades y de nuestras posibilidades para seguir avanzando.

El FODA es la forma más básica de un análisis estratégico y quizá por su simpleza a veces optamos por hacer matrices más complejas, pero un simple análisis de este tipo, hecho de forma recurrente, puede mejorar mucho nuestras decisiones y acciones.

FODA son las siglas de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, estos conceptos se propusieron juntos por primera vez en los años sesentas en Stanford para ayudarnos a comprender lo que podemos hacer para crecer y para saber con qué contamos o deberíamos contar para ello.

Las fortalezas son aquello que hacemos bien, o son cualidades o recursos que tenemos y que nos dan ventaja; las debilidades son nuestras limitantes o carencias respecto a lo que queremos lograr, son incluso algo que hacemos bien pero no tan bien como lo hacen otros; la buena noticia sobre este par de categorías es que están bajo nuestro control, podemos identificarlas y mejorarlas o corregirlas cuando queramos, no así los dos siguientes.

Las oportunidades son algo que aún no hacemos o logramos pero que nos beneficiaría si lo consiguiéramos, las amenazas por su parte son eventos o condiciones que, si se dieran, podrían perjudicarnos de alguna manera; una nueva tecnología, una nueva regulación o un cambio en los hábitos de los clientes podrían ser lo uno o lo otro y eso es el sello de estas dos variables: no las controlamos, de hecho normalmente ni siquiera las vemos, solo podemos anticiparlas o imaginarlas para entonces sí definir lo que haremos sobre ellas.

Fomenta en tu equipo un análisis dedicado y honesto sobre en qué conviene seguir siendo fuertes y qué hay que mejorar, y dirige particularmente la visión sobre dónde debe estar el negocio en lo sucesivo, definiendo qué oportunidades capitalizar y qué riesgos atacar o al menos evadir.

Haz este ejercicio cada tres o seis meses pues, como todo análisis estratégico y más en nuestros días, sus conclusiones serán temporales ya que las condiciones alrededor se seguirán moviendo mucho.

👉 Lee también: Buen juicio y delegación efectiva: liderazgo con Maestría 😉.

Por eso el General, y luego Presidente de Estados Unidos Dwight Eisenhower, decía que lo importante no es el plan sino la planeación, no es la estrategia que proyectes la que importa sino el ejercicio constante de evaluarla sobre la marcha, solo así tendrás más posibilidades de conseguir lo que quieres.

Sintetiza las ideas que hoy hagan sentido a todo tu equipo y promueve su pronta ejecución, manteniéndote cerca vigilando el avance, reflexionando pero también imaginando, hazlo con Maestría.

Fe y oficio.

Comparte 👍 y suscríbete.